Nos trasladamos a Francia y la Costa Azul, una zona realmente espectacular que te maravillará a la hora de visitarla. Tiene mucho que darte.
La Costa Azul, también conocida como la Riviera Francesa, es uno de los parajes más fascinantes que puedas imaginar. Está formada por una franja que se extiende de oeste a este, desde Tolón hasta Menton.
Y ofrece a los turistas destinos con mucho glamour, parques naturales, pueblecitos de origen medieval y una enorme variedad de playas. Sin olvidarnos de su clima privilegiado, ya que la Côte d’Azur está rodeada de montañas y mantiene unas temperaturas muy agradables incluso en invierno.
¿Aún no has encontrado el lugar perfecto para pasar tus vacaciones? Después de leer nuestra entrada de hoy no tendrás dudas. ¡Comenzamos!
¿Dónde está la Costa Azul en Francia?
La Costa Azul se encuentra en el sudeste de Francia. Y como hemos comentado, arranca en el este desde Tolón, que está justo en medio de Marsella y Saint-Tropez. Y llega hasta Menton, una localidad que limita con la frontera italiana y el Principado de Mónaco. Aunque estos límites no están del todo definidos y a veces se amplían para dar cabida a otras localidades.
Los mejores destinos
En la actualidad, la Costa Azul se ha convertido en un centro del turismo internacional. Y la residencia habitual de numerosas celebridades. Ya que dispone de algunas de las ciudades y pueblos más bellos que existen.
Niza
Niza es considerada como la capital de la Costa Azul en Francia y es la ciudad preferida por la mayoría de turistas. Está ubicada entre el mar y la montaña, por lo que ofrece opciones de ocio para todos los gustos.
Cuenta con unos 300 días soleados al año y playas de arenas blancas y aguas cristalinas. Así como con un casco histórico de estilo barroco, conocido como Vieux Nice, perfecto para caminar y dejar a un lado el estrés del día a día. Y el Paseo de los Ingleses, una avenida de 8 kilómetros que transcurre junto a la Bahía de los Ángeles.
Su popularidad se remonta a la década de los 50 del siglo pasado, cuando los actores de Hollywood la eligieron como destino para sus vacaciones. Y aunque el turismo de clase alta sigue presente, en los últimos tiempos Niza se ha adaptado y ofrece alternativas para todos los bolsillos.
Antibes
Si te gusta el sol y la playa, Antibes no te decepcionará. Dispone de más de 25 kilómetros de costa que atraen cada año a miles de turistas, cuyo principal reclamo es la Playa de la Gravette. Y cuenta con el puerto deportivo más grande de toda Europa, con una capacidad superior a las 2.000 embarcaciones.
Como contraste, su casco histórico tiene ese toque provenzal tan característico de la zona. Aquí podemos visitar la antigua fortaleza de Fort Carré, construida hace más de 4 siglos. O el Museo Picasso, que está situado en el Château Grimaldi, un impresionante palacio del siglo XII que era la residencia de la familia real de Mónaco.
Cannes
Cannes es mundialmente famosa por su festival de cine, que cada año tiene lugar en el Palacio de Festivales. Un edificio emblemático que destaca por su escalera de entrada cubierta por una alfombra roja, por donde han desfilado las mejores estrellas de todos los tiempos.
Pero dejando a un lado el mundo del celuloide, esta ciudad es simplemente maravillosa. Podrás recorrer La Croissette, un paseo marítimo que cuenta con joyerías, perfumerías y tiendas de moda de las principales marcas. O curiosear por los Allées de la Liberté y su enorme mercado al aire libre.
También es obligada la visita al Barrio de Le Suquet del siglo XIX, que se levanta sobre una colina con impresionantes vistas al mar. Y justo encima se encuentra el Château de la Castre, un castillo medieval que conserva a la perfección parte de sus murallas y una de sus torres.
Grasse
Grasse es la capital mundial del perfume. Se eleva a más de 700 metros sobre el mar y está rodeada de valles repletos de flores. Donde abundan especialmente las rosas, jazmines y nardos, con los que se elaboran los exclusivos perfumes de esta localidad.
Pero ofrece mucho más, la propia ciudad tiene origen medieval y sus raíces se hunden hasta el siglo VII. Está repleta de calles sinuosas, pórticos, plazas con fuentes y mansiones provenzales. Incluso cuenta con su propia catedral. Y el paisaje es inmejorable, ya que Grasee está situado en el parque natural de Roquevignon, bajo el cobijo de los Alpes Marítimos.
Saint-Tropez
En 1956 se estrenó la película “Y Dios creó a la mujer”, protagonizada por Brigitte Bardot y dirigida por Roger Vadim. Cuya buena parte del rodaje se llevó a cabo en este pueblecito de tradición pesquera. Desde entonces, Saint-Tropez se ha transformado por completo hasta convertirse en un rincón único para el turismo más glamuroso.
Una visita obligada es el Puerto Viejo o Vieux Port, que está repleto de yates de lujo. Y ofrece unas vistas impresionantes durante la puesta del sol. Muy cerca está el Barrio de La Ponche, que es el único testigo que queda de su pasado humilde. Con estrechas calles empedradas y pequeñas plazas que están repletas de bares.
También te invitamos a que descubras las numerosas calas secretas que hay repartidas por su litoral, pequeños rincones que parecen surgir de un cuento de hadas. Y si te cansas de la playa, puedes visitar el Massif des Maures. Una cadena montañosa de gran belleza ideal para practicar senderismo y deportes de aventura.
Saint-Paul-de-Vence
Por último, vamos a hablar de Saint-Paul-de-Vence, un pueblecito medieval por cuyas calles han paseado pintores como Picasso, Miró o Matisse. De hecho, en la actualidad es una comuna de artistas. Y podrás encontrar numerosos ateliers o talleres, así como tiendas y galerías de arte.
El pueblo está por completo construido en piedra y rodeado por murallas, con sus típicas calles estrechas y fuentes provenzales. Te recomendamos que visites la Iglesia de Saint-Paul, la Capilla de los Penitentes Blancos y el Torreón del antiguo Castillo, que en la actualidad es la sede del ayuntamiento.
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